<<Me llamo caimán, cuando era pollito todos se burlaban de mi pequeño tamaño, mi escaso plumaje y mi moribunda apariencia. Pocos confiaban en que sería un gallo de verdad. En este cuento se relata la historia de mi transformación: de ser un débil y enclenque polluelo, objeto de burla, me convierto en un admirado, imponente y engreído gallo que come tallarines rojos y migas de pan remojadas en leche. Además, escucho tonderos y huainos >>.
En Un gallo que te matará de risa, Francisco Izquierdo Ríos narra con mucho humor cómo el prejuicio sobre el aspecto de las personas no permite conocer verdaderamente la esencia de estas.
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